Friday, December 15, 2006

at the bottom of everything

…and then uh suddenly there's this huge mechanical failure and one of the engines gave out
and they started just falling thirty thousand feet and the pilots on the microphone
and he's saying, "I'm sorry, I'm sorry, Oh My God, I'm Sorry"
and apologizing and she looks at the man and she says,"where are we going"
and he looks at her and he says, "We're going to a party, it's a birthday party. It's your birthday party, happy birthday darling. We love you very, very, very, very, very, very, very much."
and then he starts humming this little tune and it kind of goes like this…

La semana pasada, todas las mañanas, mi estéreo me despertó con el inicio de esta canción de Bright Eyes. Lo curioso fue que esa semana viajé en avión a Acapulco a la boda de mi primo Pepe & Susy. Entre que mi mamá se pone nerviosa al viajar en avión, el recuerdo de esta canción y las turbulencias puedo decir que no fue mí mejor viaje por los cielos. A partir de ahí esta semana ha estado llena de altibajos, al igual que ese vuelo.

No se cayó el avión, pero sí se le ‘perdió’ nuestra maleta a Aviacsa, se retrazaron algunos vuelos familiares y a mi mamá –testigo principal del matrimonio por el civil- se le fue la onda y no llegó a firmar. Fuera de todos esos momentos bajos valió la pena el gran pachangón en un hermoso lugar a la orilla del mar, a lado de familiares y amigos.

A mí regreso llegaron las despedidas de las personas de la maestría que se van y ya no regresan. En un fondue que se armó en mi casa, entre vino, lágrimas y risas vimos como una etapa terminaba.

El miércoles finalmente me gradué de maestría y llegó a mí la gran pregunta de ¿qué sigue? En medio de esos momentos altos no pude evitar recordar a mi papá y lo feliz que estaría de saber que del primer día que me dejó en el kinder maría teresa al día de hoy han pasado 22 años y salgo - tal vez- con más de lo que él esperó ese día.

De mi graduación llegan momentos bajos con la muerte del papá de Juan, amigo del Martín y horas después, ya cuando Martín está a dos días de irse a España a pasar las fiestas decembrinas con su familia, fallece su abuela.

Mañana llega un momento alto con la master joy party, donde la buena suerte hace que estén en Monterrey varios de los amigos que están fuera: Leyva, La China, Selene, Memo…

Entre tantos ups & downs, nostalgias y alegrías me queda una sensación de fugacidad tal como lo expone Rodrigo (2006) citando la canción de Pink Floyd. Siento que fue ayer que jugaba con mi primo, que mi papá estaba aquí, que comencé la carrera, que terminé la maestría… y esto no me da tristeza, solamente me hace valorar más a las personas, los momentos, el tiempo.

1 comment:

Bere said...

Mi querida Andrea:
Me hubiera gustado mucho no sólo estar, sino ser contigo en esos momentos. Por diversas razones, no pude, y lo lamento mucho.
Un poco tarde, quiero externarte mi admiración y agradecimiento por la forma en que te diste (y das) a nosotros, a tu trabajo y a tus queridos.
Felicidades Andrea!