cero tolerancia

Estamos atrazados en México. No hay una cultura para la prevención y la denuncia del abuso infantil.

En países como Estados Unidos cuentan con páginas de internet donde inclusive puedes ver dónde vive un abusador de niños [http://www.criminalcheck.com/] para saber si hay alguno que viva cerca de tu casa.

Se me hizo interesante lo que se está haciendo en Bogotá, que fue publicado por El Norte. No solamente es bueno leer esta nota por la propuesta, sino por los datos que ahí se arrojan. Cada párrafo es una verdad que duele. En México no creo que esté diferente la situación (¡vaya que no!).

Es necesario hacer conciencia.

Exhiben en Bogotá a violadores
por Octavio Pineda

BOGOTÁ.- Libardo Martínez y Pompilio Sánchez son dos violadores de menores de edad condenados por la justicia, cuyos rostros fueron impresos en anuncios espectaculares que están a la vista de todo el que transite por diversas avenidas de la capital colombiana.

Las vallas panorámicas fueron instaladas como parte de una campaña de sensibilización sobre el flagelo de la violencia sexual contra los niños, que muchas veces tiene como cómplice el silencio y la indiferencia.

"Con estas vallas rompimos el silencio, la indolencia que ha rodeado a este delito atroz de la violencia sexual. Como sociedad, enviamos un mensaje de cero tolerancia frente a esta aberración que es el delito sexual contra los niños", declaró a EL NORTE la concejal Gilma Jiménez, quien impulsó la iniciativa.

Las cifras sobre violación infantil que Jiménez maneja son alarmantes y reflejan la dimensión del flagelo.

"El cálculo es que por lo menos 200 mil niños son abusados cada año en el país. La Fiscalía dice que en Bogotá pueden ser 5 niños diarios y podemos calcular que 70 por ciento de esos episodios ni siquiera es denunciado", agregó la concejal.

"El año pasado se practicaron en Colombia 20 mil dictámenes de violencia sexual, 15 mil en niños y niñas menores de 10 años. El 80 por ciento de los agresores son conocidos o familiares de los niños y el 70 por ciento de los episodios sucede en la casa", abundó.

La campaña no estuvo exenta de polémica y algunos abogados que aducían defender los derechos humanos de los violadores presentaron amparos para detenerla, pero hasta el momento ningún juez ha frenado la instalación de los anuncios.

"Esto tiene que ser un elemento disuasivo, para que piensen antes de cometer esa atrocidad, porque el daño es muy grande. Tienen que pensarlo más de dos veces antes de meterse nuevamente con los niños", advirtió.