smoke
Hoy es el Día Mundial Sin Tabaco. Al igual que otros días establecidos en nuestro calendario podríamos decir que este día debería de ser todos los días. Otros, al contrario: no encuentran mayor delicia que la de poder fumarse un cigarrillo.
Los comprendo perfectamente, porque he fumado y se que en verdad fumar es un placer. Si pudiera pedir unos cuantos deseos uno sería que el cigarro no hiciera daño. El tabaco relaja, quita la angustia, ayuda a verbalizar mejor, a acomodar ideas, a estar atentos y despiertos… en una palabra, como tantas otras adicciones, nos causa placer.
Como sabemos, lejos del plus momentáneo, en realidad el cigarro es un placentero asesino. Leo las cifras que se publican hoy, las veo impresionantes; sin embargo las siento más palpables dentro de mi propio entorno. Las últimas muertes que han ocurrido en mi familia tienen un común denominador: el consumo del tabaco.
Esperemos que en México se comiencen a tomar medidas como ya en otros países se han venido tomando. En lo particular, realmente me molesta que mientras trato de dejar de fumar, llego a lugares donde está infestado de humo y me convierto entonces en una superfumadora pasiva. Ojalá pronto prohiban el fumar en lugares cerrados.