Tuesday, March 28, 2006

Los Inconformes

(Los inconformes en Phoenix)

Un día Jaime Sabines se inspiró en los amorosos y escribió pensando en ellos, recuerdo que empezaba diciendo “Los amorosos callan.”

Hoy, yo me inspiro en los inconformes, y escribo pensando en ellos, recuerdo que empezaré diciendo “Los inconformes no callan.”



No pretendo hacer poesía con mis letras, pretendo decir quiénes son los inconformes, quiénes son aquellos calificados como contrarios a lo establecido en el orden político, social, moral, estético…

Ayer nos llamó “inconformes” a mi y a otros compañeros porque pusimos una querella para que nos entregara por lo que pagamos en nuestra graduación.

“Inconformes” porque propusimos un reglamento para que el orden establecido en nuestra alma matter cambie; para así prevenir la corrupción y/o impunidad y/o el abuso y/o la negligencia.

De momento me golpeó la palabra: INCONFORMES. Andrea, eres una inconforme, sí tú inconforme y te lo subrayo. Y medito mientras observo el vaso de agua en mi mesa, y escucho a lo lejos el sonido del televisor…

Me salgo un poco de mí y escucho a la televisión hablándome sobre las marchas en Estados Unidos. Dejo el vaso, me paro y subo el volumen. Miles, miles y miles de caras ahí en esa pantalla, tantos, ahí reunidos, amontonados, puntos blancos, con destellos de color.

Apagué la tele y pensé, a final de cuentas ser inconforme es chido, es neta (diría NaCo.). Los inconformes inquietos, de alma libre, siempre buscando, tratando de encontrar… y algunas veces logrando.

Por lo menos los inconformes se liberan, su espíritu crece porque no se quedan ahí pensando que nada puede cambiar, creyendo que están estancados.
De vez en cuando vale la pena ser llamado inconforme.

2 comments:

Ana Molkas said...

yo me uno a tu inconformidad.

marmx said...

Muy chido (como diría NaCo :) este post; no cedas Andrea y dales en el orgullo, de ahí se hala a cualquier gigante. Chingón. (Disculpa lo prozaico)